La sangría de cierres que están provocando los ya más de cinco años de crisis han hecho que el número de empresas activas en la provincia vuelva a cifras que no se registraban desde 2003. De hecho, el año pasado cerró con un total de 10.807 firmas inscritas en la Seguridad Social, una cantidad que se rebasó hace nueve años y que llegó a incrementarse hasta las once y doce mil empresas en activo durante varios ejercicios. Sin embargo, el año pasado Burgos perdió casi 400 firmas (388, concretamente), lo cual se tradujo en un considerable retroceso del volumen empresarial.
El Fondo Monetario Internacional adelantó esta semana que 2013 será todavía peor que 2012 para los españoles, algo que parece difícil de imaginar teniendo en cuenta que ha sido un año poco menos que catastrófico en materia económica, laboral y social. En la provincia de Burgos, el 2012 se cerró con 6.000 parados más de los que había a finales de 2011, con un récord histórico de expedientes de regulación de empleo tras la aprobación de la última reforma laboral y con cientos de empresas que no han podido resistir más los envites y han tenido que poner punto y final a una actividad, en algunos casos, muy larga. Es lo que ha ocurrido, por ejemplo, en Metalibérica, que tras 47 años fabricando bañeras y platos de ducha en el polígono de Gamonal liquidó los contratos de los últimos 78 trabajadores y cerró. Hay muchos otros casos de firmas que se abrieron en pleno boom -2006 y 2007- y que apenas tuvieron tiempo para despegar antes de cerrar. En total, en lo que va de crisis, se han perdido 1.334 firmas, siempre según los datos disponibles en las estadísticas que maneja y publica la Seguridad Social.
Sin embargo, a pesar de que el adelgazamiento del tejido empresarial siempre es un dato malo, Burgos es la segunda provincia de la región que menos empresas ha perdido, justo por detrás de Soria. Ahora, el punto de partida de ambas provincias era muy distinto y también lo ha sido el impacto que han tenido estos más de cinco años de dificultades en cada una de ellas. Al comienzo de la crisis, Soria contaba con 3.280 empresas inscritas y Burgos con 12.141. Cinco años después, hay poco más de 3.000 firmas con actividad en Soria y 10.807 en Burgos, lo cual supone unos retrocesos del 7,6% y del 11%, respectivamente. La tercera provincia que ha registrado un menor retroceso ha sido Palencia, con una reducción del empresariado del 12%. En el extremo opuesto están Ávila y León, con unas reducciones del 17,3% y del 15,9%, respectivamente.
Si se atiende solo a los datos del último año, Burgos vuelve a ocupar el segundo mejor puesto, con una pérdida de empresas del 3,5% con respecto a las cifras registradas al cierre del año anterior.
Tanto sindicatos como asociaciones empresariales o la Confederación de Asociaciones Empresariales (FAE) han declarado en numerosas ocasiones que la cantidad y diversidad del tejido empresarial burgalés estaba siendo clave para garantizar la supervivencia en una época en la que a la drástica reducción de las producciones hay que sumar los problemas para conseguir financiación. Otra de las causas de que Burgos esté, dentro de lo que cabe, menos mal que el resto ha sido que, al igual que en el conjunto del país se han incrementado considerablemente las exportaciones.
Texto tomado de Diario de Burgos 27-1-13
Comentarios